Siguiendo la tradición, el presidente Obama asistirá a la toma de posesión de su sucesor este viernes. 

Más de sesenta congresistas y senadores demócratas no seguirán su ejemplo.  

"Yo tengo un gran respeto por la institución de la Presidencia, pero yo no tengo ningún respeto por el hombre que va a ocupar esa institución", explicó Nydia Velásquez, una de las congresistas que no asistira a la ceremonia de inauguración.

El clima de enfrentamiento entre partidos continúa dominando la vida política de Washington ante la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump. 

"Cuando yo analizo cuántas personas en mi distrito han sido abusadas verbalmente por este señor, yo entiendo que no tengo ningún deseo ni ninguna razón de estar allí", añadió Velásquez.

Los tres congresistas latinos de Nueva York -Nydia Velázquez, José Serrano y Adriano Espaillat- están en el grupo que no asistirá a la investidura de Trump, siguiendo el ejemplo del congresista de Georgia John Lewis, quien dijo hace unos días que no ve al republicano como presidente legítimo. 

Lewis también boicoteó la toma de posesión de George W. Bush, en cuyo equipo trabajó Héctor Barreto, presidente de Latino Coalition.

"Esto no es algo nuevo. Ojalá ellos pueden ver lo que es importante que ellos tengan un papel adentro de este nuevo gobierno, en el área de la economía de salud, de educación, es importantísimo que todos nuestros líderes estén trabajando con el gobierno que tenemos", dijo Barreto.

De la misma opinión es también el ex-miembro del equipo de Bush, Daniel Garza.

"Lo cierto es que perdieron. Acéptenlo. Y creo que ahora es tiempo de que en cuatro años puedan 'intelegir' la forma de ganarse el voto del pueblo americano, del electorado,  a base de ideas, a base de sus méritos", dijo Garza.

Barack Obama abandona la Casa Blanca sin poder cerrar la brecha partidista en Washington. 

"La culpa la tienen los políticos, porque nosotros, en vez de tratar de tener una conversación constructiva, pasamos la mayoría del tiempo atacando a las personas que están en oposición a nosotros", dijo Adolfo Carrión, expresidente del Condado de El Bronx.

Trump llega ahora al poder en medio de un país profundamente dividido no sólo ideológicamente, sino también por cómo se ha comportado como candidato y presidente electo.